jueves, 23 de diciembre de 2010

CURIOSIDADES. Recetas

  Recetas para hacer el hogar mas confortable

   CENIZA DE HIEDRA Y ADORNOS DE PLATA

  Para limpiar objetos y joyas de plata y que queden como nuevos sin necesidad de recurrir a ninguna clase de productos químicos, nada resulta tan eficaz como la ceniza de hiedra. 
   No nos preguntemos por qué, sin lugar a dudas es eficaz y se esconde en una complicada fórmula química, y merece la pena que confiemos en este enésimo servicio que nos ofrece el mundo vegetal.
  Las ventajas que pueden extraerse del uso de la ceniza de hiedra para brillantar la plata son, sobre todo dos:
  -  No dañar mínimamente el metal y las piedras, los esmaltes y otras decoraciones.
  - Evitar que en las fisuras de las incisiones se forme el antiestético moho blancuzco que es el característico residuo dejado por otros productos de abrillantamiento.

   Olvidemos por una vez los productos industriales y los hallazgos de la técnica y confiemos a una planta el esplendor de los adornos de plata.

   Preparación de la ceniza de hiedra.

   Procurarse unas cuantas ramas de hiedra, leñosas y del grosor aproximadamente del meñique, cortarlas en pedazos de unos 20 centímetros y dejarlas secarse a sol durante unos días.  Luego, colocar los palos de hiedra en una vieja cazuela de aluminio o de barro ya inservible y, ayudándose de un pedazo de papel, encender un fueguecillo.  Si la hiedra tarda en entrar en combustión, se puede avivar la llama con un poco de algodón empapado en acetona o alcohol.
   Hacer que las ramas se quemen lentamente, y cuando todo, o casi todo, se haya reducido a cenizas, dejarlo enfriar completamente y separar la ceniza de los fragmentos leñosos que han podido quedar.
   La ceniza se puede guardar en una cajita o en un tarro, con una etiqueta solemne: "polvo de hiedra para abrillantar plata".  No queda sino hacer la prueba para comprobarlo.

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