viernes, 7 de enero de 2011

MAGIA EN EL JARDIN

LA MAGIA DE LAS PLANTAS

   La magia de las plantas y de las hierbas posee los mismos orígenes que el hombre, acompaña toda la historia de la humanidad.
   La literatura y la mitología de las más antiguas civilizaciones están llenas de sueños extraordinarios e imposibles.  Se sabe que las sibilas y los magos del mundo clásico grecorromano realizaban sortilegios y encantamientos terribles y maravillosos.  Todos nos acordamos de Circe y de Medea, con la ayuda de frutos, de jugos o extractos, estas mujeres sabian cambiar la apariencia de los hombres, transformándolos en animales o en objetos.  Al obrar así, modificaban el orden naural y divino, violaban los principios inmutables de la creación, trataban de burlar a las leyes de la naturaleza, entraban en una competencia infernal con la Divinidad, cuyos más ocultos secretos intentaban penetrar.


   La cuna de estos fenómenos extraordinarios se hallaba en las regiones del oriente mediterráneo, en Egipto, en Caldea, en Fenicia, en Siria, en Persia, en Grecia.  Entre las plantas mágicas figura el loto, por tener un poder incomensurable sobre las imaginaciones y las conciencias.
   Las brujas, encantadoras o sibilas más famosas, se hallaban en Tesalia, provincia septentrional de Hélade, su patria ideal.  Allí la tierra era misteriosa, sacrílega, maldita, tenebrosa, y sobre todo generosa, con una cantidad notable de plantas y de hierbas de propiedades prodigiosas.  Se dice que quella región fabulosa fué atravesada un día por Cerbero, el perro feroz que Hércules habia arrancado a los infiernos, y se asegura que al pasar aquél vomitó sobre las plantas y las hierbas el veneno de su aliento, lo que les confirió propiedades extraordinarias.



También en Tesalia nació la terrible serpiente pitón , de cuyas vísceras surgieron los centauros, es más célebre de los cuales es el sabio Quirón, cirujano, médico y conocedor sin par de plantas y de productos médicos.  A Quirón se debe ese arte extraño que, por medio de tisanas, de diversos brebajes de naturaleza vegetal, habilmente manipulados por los magos y los hechiceros , devolvía la belleza perdida, el amor extinguido, la felicidad deseada..


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   Sin duda habeis oido hablar del célebre filtro de Medea, cuya receta fué revisada siglos más tarde por Nostradamus, al parecer contenía mandrágora, ámbar gris, canela, azmicle, clavel y vino de Creta.  Esta mezcla tiene algo de científica ya que la canela y el clavel forman parte de los productos afrodisiacos.



   Al aproximarse al cabo conocido como cabo Circeo, el viajero ve orientarse el curso de sus pensamientos hacia la hechicera Circe, hija atormentada del Sol.  Al cabo de tantos siglos, sus prodigios aún permanecen grabados en la mente de los poetas.  Circe era aquella hechicera que encantaba a los navegantes ingénuos con un filtro desconocido, tocándolos con la punta de una varita mágica los transformaba en cerdos.  Ulises estuvo a punto de ser una de sus víctimas.  Homero cuenta como pudo escapar el héroe del maleficio, protegido como estaba por una hierba maravillosa, lo que le permitió obligar a la hechicera a devolver a sus compañeros la apariencia humana.


   Medea, gran sacerdotisa, tenía fama de ser una extraordinaria hechicera, su poder provenía de un profundo conocimiento de las hierbas y de los arbustos.  ya he mencionado su filtro mágico; sabemos también que el baño que preparó para rejuvenecer a Eson, que estaba completamente decrépito, contenía milagrosas esencias vegetales; del mismo origen, sin duda, eran los filtros mágicos que le permitieron a Jasón llevar a cabo sus más osadas empresas.

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