RECETAS CULINARIAS
Salsa de la Fidelidad
Existe una planta que es símbolo de la fidelidad. No todos saben que desde la más remota antigüedad, el tilo , es la especie que simboliza más que ninguna a otra el amor fiel, hace más vivos los sentimientos de amistad y contribuye a la firmeza de la unión espiritual entre un hombre y una mujer.
Por tal motivo, probablemente, desde la antigüedad, en las plazas de los pueblos pequeños, delante de los conventos y en los espacios arbolados delante de las iglesias, perdura la costumbre de plantar una planta de tilo para simbolizar, permanentemente, la unidad cívica, la solidaridad, y la fidelidad a la comunidad y al fervor religioso.
Todo esto no quita que, aparte de los significados simbólicos, el tilo sea una planta con multitud de virtudes terapéuticas, se utilizan las flores para hacer tisanas contra la bronquitis y los resfriados y para hacer una bebida aromática que tiene el poder de proporcionar calor y descanso a los músculos y a las articulaciones doloridos por reumatismos y por esfuerzos excesivos.. Esta es una planta que hay que tener en gran consideración, tomando por ejemplo, sobre todo a las abejas que hacen con el néctar de las flores del tilo una miel de fragancia particular inconfundible, delicadísima y con muchas virtudes terapeuticas.
Es una planta que merece todo el respeto, además de su simbolismo y sus propiedades medicinales, es hermosa en primavera y muy sombría en verano, y bella cubierta de escarcha en invierno. Esta planta incluso nos ofrece la oportunidad de preparar con sus flores, una salsa riquísima que, al parecer, tiene notables virtudes, entre las cuales se encuentra la de hacer más propensos a la ternura hasta a la persona más reacia a las efusiones sentimentales.
Esto último debe ser algo cierto si se piensa que, en diversos lugares de Francia, se suele servir, durante el banquete de bodas, un plato especial compuesto de pollo asado a la brasa sobre el que se ha esparcido salsa de tilo.
Por desgracia la estación de la floración del tilo es breve, y por lo tanto la salsa solo puede prepararse en este tiempo, que es el verano.
Receta de la Salsa de Tilo
Disolver en una cazuela un poco de mantequilla (como el volumen de un huevo), antes de que empiece a sofreir, mezclarlo con un vaso de vino blanco seco y dejar cocer hasta que se condense el jugo y se haya coloreado un poco.
Añadir cuatro o cinco cucharadas de caldo (mejor de pollo), un poco de sal y un pellizco de pimienta, tres cucharadas de nata fresca y un puñado de flores de tilo muy pasadas por la batidora y reducidas a pasta.
Dejar que cueza todo durante diez minutos, sin hervir.
Si la salsa resulta muy fluida, volver a ponerla al fuego con una cucharadita de harina blanca disuelta antes en un poco de caldo, para evitar que se formen grumos.
Después de unos diez minutos, la salsa estará a punto para esparcirla sobre un pollo asado y cortado en trozos, o para condimentar ternera hervida, verdura cocida o pescado blanco.
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